Y NO LLEGA A FINAL DE MES SEGURO

Pastrana, exsecretario de UGT-A, se concedió una pensión millonaria

El 21 de diciembre pasado, dos días después del registro policial de la sede regional de UGT, el tesorero del sindicato durante quince años, Federico Fresneda, recibió una llamada a través de su móvil que ha puesto en guardia a los agentes, que le habían intervenido el teléfono, y a la juez instructora del supuesto fraude en las ayudas de formación financiadas por la Junta de Andalucía, Mercedes Alaya. En ella, una persona que responde al nombre de «Pepa» presiona a hombre de confianza del exsecretario regional del sindicato Manuel Pastrana para que pague los 90 días que, afirma, le debían a su hija. De lo contrario, amenazó con entregarle a ABC un acuerdo que tenían firmado Manuel Pastrana y Federico Fresneda Herederero mediante el cual se autoconcedían una «jubilación millonaria» -cuyo importe no ha trascendido- para asegurarse un retiro dorado tras dejar a principios de mayo de 2013 el mando del sindicato que dirigió con mano de hierro 15 años.

«Pepa», que se identificó como la madre de «Laura», insistió en que dicho «acuerdo» lo habrían hecho Pastrana y Fresneda (exvicesecretario de Administración de UGT desde 1998 hasta 2013) «para cuando se fueran de UGT y así tener la vida resuelta por millones de euros», recoge el atestado de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, al que ha tenido acceso ABC, que detalla las conversaciones en los teléfonos pinchados de los principales sospechosos.

«Pepa», cuya identidad no es revelada por los agentes aunque de la conversación se deduce que tenía un conocimiento profundo del funcionamiento de la cúpula sindical, insistió en lo comprometedor del documento en su poder. «Todo esto es una bomba de relojería», le indicó a Fresneda, quien el pasado 26 de junio declaró como imputado en la causa de las supuestas facturas falsas de UGT-A ante otro juez en el que recayó la investigación, Juan Jesús García Vélez.

Germán Domínguez, exsecretario de Formación de UGT-A, también tuvo el teléfono pinchado. El 20 de diciembre hizo la siguiente profecía a «un tal José Manuel»: «Federico, Pastrana y esta gente terminan todos en la cárcel. Y si no en la cárcel, seguro que les van a dar un sofocón