Cazan a 'camellos' y consumidores de hachís entre los nuevos agentes cívicos de Ibiza
Se trata de un grupo especial destinado a evitar el descontrol en el conflictivo West End
Más de la mitad han sido despedidos tan sólo dos semanas después de empezar
El Consistorio ha gastado 101.000 euros en este servicio y la oposición exige dimisiones
Cinco agentes cívicos, más de la mitad de la plantilla del nuevo cuerpo de seguridad creado por el Ayuntamiento de San Antonio para controlar el descontrol en la zona del West End, una de las zonas más conflictivas de la isla de Ibiza, han sido despedidos tras apenas dos semanas de servicio.
Si la semana pasada tres de ellos se iban a la calle tras ser sorprendidos por policías de paisano, fumando un porro en las inmediaciones del retén, ahora dos más han caído después de que el Consistorio haya sido informado de sus antecedentes penales.
Uno de ellos, había sido detenido anteriormente por un hurto, mientras que el otro había sido sorprendido no mucho tiempo atrás en un control policial con un kilo de hachís entre sus pertenencias.
El Ayuntamiento de San Antonio se había gastado la friolera de 101.000 euros en contratar este servicio de nueve agentes especiales a una empresa externa, la toledana Fegamas Servicios Auxiliares, ante la imposibilidad, aseguran, de aumentar la plantilla de agentes de la policía local.
El Consistorio dice que los últimos dos agentes despedidos ya han sido sustituidos por otros; y recuerdan que carecer de antecedentes penales era un requisito del pliego de condiciones para poder ejercer este trabajo.
A pesar de las dificultades que cada verano encuentran tanto Policial Local como Guardia Civil para controlar las calles en las que se detectó el primer brote de droga caníbal a principios de junio, o donde el Consulado Británico advertía a los turistas sobre la peligrosidad de caminar solo, se da la circunstancia de que ni unos ni otros entienden muy bien sus funciones.
La mala relación entre policías locales y agentes cívicos se puso de manifiesto cuando, a principios de julio, y horas antes de ponerse en marcha este servicio, la grúa se llevó el coche de los agentes cívicos de una zona de carga y descarga.
«El objetivo es que los agentes recorran las calles para informar a los turistas, y evitar cualquier problema de convivencia o conducta incívica pueda acabar en un problema de seguridad que fuerce la intervención de la Policía», aseguró el concejal de Gobernación del Consistorio, Xico Cardona, del Partido Popular.
Desde la oposición, el Grupo PSOE-Pacte pidió ayer la dimisión de Xico Cardona: «Pedimos que se vaya el regidor de Gobernación porque creemos que el descontrol que hay en este pueblo, la vergüenza que estamos pasando y, sobre todo, la mala imagen que estamos dando como ayuntamiento y como pueblo, es absolutamente desastrosa».
El portavoz de esta formación Pep Marí Marge cree que este último mes San Antonio le ha mostrado al mundo sus «vergüenzas», y que no se puede «permitir que continúe el responsable directo de la contratación de un servicio de agentes cívicos que eran camellos».
Se trata de un grupo especial destinado a evitar el descontrol en el conflictivo West End
Más de la mitad han sido despedidos tan sólo dos semanas después de empezar
El Consistorio ha gastado 101.000 euros en este servicio y la oposición exige dimisiones
Cinco agentes cívicos, más de la mitad de la plantilla del nuevo cuerpo de seguridad creado por el Ayuntamiento de San Antonio para controlar el descontrol en la zona del West End, una de las zonas más conflictivas de la isla de Ibiza, han sido despedidos tras apenas dos semanas de servicio.
Si la semana pasada tres de ellos se iban a la calle tras ser sorprendidos por policías de paisano, fumando un porro en las inmediaciones del retén, ahora dos más han caído después de que el Consistorio haya sido informado de sus antecedentes penales.
Uno de ellos, había sido detenido anteriormente por un hurto, mientras que el otro había sido sorprendido no mucho tiempo atrás en un control policial con un kilo de hachís entre sus pertenencias.
El Ayuntamiento de San Antonio se había gastado la friolera de 101.000 euros en contratar este servicio de nueve agentes especiales a una empresa externa, la toledana Fegamas Servicios Auxiliares, ante la imposibilidad, aseguran, de aumentar la plantilla de agentes de la policía local.
El Consistorio dice que los últimos dos agentes despedidos ya han sido sustituidos por otros; y recuerdan que carecer de antecedentes penales era un requisito del pliego de condiciones para poder ejercer este trabajo.
A pesar de las dificultades que cada verano encuentran tanto Policial Local como Guardia Civil para controlar las calles en las que se detectó el primer brote de droga caníbal a principios de junio, o donde el Consulado Británico advertía a los turistas sobre la peligrosidad de caminar solo, se da la circunstancia de que ni unos ni otros entienden muy bien sus funciones.
La mala relación entre policías locales y agentes cívicos se puso de manifiesto cuando, a principios de julio, y horas antes de ponerse en marcha este servicio, la grúa se llevó el coche de los agentes cívicos de una zona de carga y descarga.
«El objetivo es que los agentes recorran las calles para informar a los turistas, y evitar cualquier problema de convivencia o conducta incívica pueda acabar en un problema de seguridad que fuerce la intervención de la Policía», aseguró el concejal de Gobernación del Consistorio, Xico Cardona, del Partido Popular.
Desde la oposición, el Grupo PSOE-Pacte pidió ayer la dimisión de Xico Cardona: «Pedimos que se vaya el regidor de Gobernación porque creemos que el descontrol que hay en este pueblo, la vergüenza que estamos pasando y, sobre todo, la mala imagen que estamos dando como ayuntamiento y como pueblo, es absolutamente desastrosa».
El portavoz de esta formación Pep Marí Marge cree que este último mes San Antonio le ha mostrado al mundo sus «vergüenzas», y que no se puede «permitir que continúe el responsable directo de la contratación de un servicio de agentes cívicos que eran camellos».
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