Trastornos musculoesqueléticos: cómo identificar en tres pasos los puestos que pueden sufrirlos
El rincón de la prevención
Los trastornos musculoesqueléticos (TME) son lesiones omnipresentes en
el entorno laboral. Afectan a trabajadores de todos los sectores y los
pueden sufrir desde trabajadores que hacen un esfuerzo físico importante
(por ejemplo, manipulación de cargas) a otros que pasan su jornada
sentados, pasando por quienes hacen un trabajo poco exigente
físicamente pero repetitivo. Es la enfermedad profesional más común en
todos los países industrializados y ocasiona graves perjuicios a la
salud de los trabajadores y costes altísimos a las empresas (absentismo,
pérdida de productividad…). Así que es obligado ponerse manos a la obra
para atajarlos.
Estos trastornos, que pueden afectar a los
músculos, articulaciones, tendones, ligamentos, huesos y nervios del
cuerpo, están presentes en diversos puestos de trabajo relacionados con
actividades que requieren movimientos repetitivos o bien posturas
estáticas, algo que puede ocurrir en infinidad de puestos de cualquier
empresa.
Los TME, al ser producidos por varios factores, le
interesa conocer tres pasos que permiten prevenirlos de forma sencilla y
con gran eficacia. Estos pasos, que se deben aplicar en el orden
indicado, los desarrolla el Servicio de Prevención (SP) por petición de
la empresa, a través de la coordinación del ergónomo con el médico de
vigilancia de la salud. La información que obtendrá su empresa se
referirá exclusivamente al puesto de trabajo (características, necesidad
de introducir o mejorar las medidas de protección…), nunca a datos
confidenciales del trabajador.
Revisión de los datos
disponibles. El SP verificará los casos anteriores de TME para
determinar qué puestos de trabajo suponen un riesgo para los
trabajadores. El SP obtendrá esta información de la mutua (tiene el
histórico de los accidentes de trabajo atendidos por ella), de los
partes de accidentes y documentos de las investigaciones de los
accidentes de trabajo realizados por su empresa y del servicio de
vigilancia de la salud (puede dar información sobre los requisitos
biomecánicos referidos al diseño ergonómico que requiere el puesto de
trabajo).
Encuestas a los trabajadores. El siguiente paso
consiste en realizar encuestas para obtener información directa de los
trabajadores sobre la localización e intensidad de sus dolores,
descripciones detalladas de sus puestos y los movimientos que realizan
en ellos. El SP podrá completar esta información con las conclusiones de
las revisiones médicas y del histórico del puesto para identificar los
casos de TME actuales y pasados.
Análisis específico de los
puestos de trabajo. Su SP debería realizar un análisis exhaustivo de
aquellos puestos que tienen un alto riesgo de provocar estas patologías,
así como los ocupados por trabajadores que ya han sufrido TME. El
objetivo es identificar las fuentes de estrés biomecánico (todo daño en
el cuerpo causado por la ausencia de un diseño ergonómico del puesto de
trabajo) que pueden contribuir a su aparición.
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