martes, 27 de enero de 2015

El Gobierno vende un 4,3% de Aena a un fondo radicado en el paraíso fiscal de las Islas Caimán

El Gobierno vende un 4,3% de Aena a un fondo radicado en el paraíso fiscal de las Islas Caimán

TCI, seleccionada por el Ejecutivo para quedarse un 6,5% de la empresa pública, controlará la mayor parte a través de una firma domiciliada en ese territorio británico, uno de los más opacos del mundo
Su sede está en un inmueble que alberga a cerca de 19.000 sociedades del que Barack Obama dijo en 2008 que "o bien es el edificio más grande del mundo, o bien es la mayor estructura de evasión fiscal existente”
La ministra Ana Pastor prometió en junio que la venta del gestor aeroportuario a "inversores de referencia" se haría "según las leyes de nuestro país y como tiene que ser"
Ana Pastor, Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro. Foto: La Moncloa
Ana Pastor, Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro. Foto: La Moncloa
"Cuidando cada detalle, atendiendo a lo más pequeño, nos hemos hecho grandes", reza la publicidad institucional con la que Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) promociona estos días la oferta pública de venta (OPV) de acciones que servirá para colocar un 28% de la empresa pública en bolsa, en la mayor privatización realizada en España en los últimos 15 años.
Hay un pequeño detalle de la primera parte de esta operación, la venta de un 21% del capital de Aena entre tres "inversores de referencia", que el Ejecutivo se ha cuidado de airear en este tortuoso proyecto, un empeño personal de la ministra de Fomento, Ana Pastor, que ha echado a andar con tres meses de retraso sobre el calendario previsto y que ha pilotado desde la sombra el director de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, Álvaro Nadal.
En la venta va a tener un papel muy destacado una sociedad radicada en uno de los territorios más opacos del mundo. El fondo de inversión The Children's Investment Fund (TCI), seleccionado por el Gobierno el 14 de octubre como uno de esos tres inversores con vocación de permanencia, canaliza gran parte de su participación en Aena (en total, va a tener un 6,5%) a través de una sociedad luxemburguesa cuyo único accionista es una filial radicada en las Islas Caimán, territorio británico dependiente del Reino Unido al que la Agencia Tributaria española considera un paraíso fiscal.
En el folleto de salida a bolsa publicado en la tarde del viernes pasado en la web de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Aena explica que TCI vehicula su participación en Aena (9,75 millones de acciones, el citado 6,5%) a través de dos sociedades, TCI Luxembourg SARL y la irlandesa Talos Capital Limited. 
La primera, que como su nombre indica su tiene sede en Luxemburgo, detenta la mayoría de esa participación (6,435 millones de acciones, un 4,29% del capital de Aena). Y, según consta en la documentación depositada en el Gran Ducado luxemburgués (otro coladero fiscal que en este caso no figura en la lista de paraísos fiscales de Hacienda), el único accionista de TCI Luxembourg es The Children's Investment Master Fund, firma que está domiciliada en George Town, la capital de Islas Caimán.

Sin comentarios

La sede de ese fondo está en Ugland House, un edificio de cinco plantas donde están registradas más de 18.000 empresas que utilizan este territorio completamente opaco como tapadera fiscal. En 2008, durante la campaña electoral en Estados Unidos, el entonces candidato Barack Obama se refirió a ese inmueble en estos términos: “O bien es el edificio más grande del mundo, o bien es la mayor estructura de evasión fiscal existente”, señaló.
El Ministerio de Fomento no ha querido hacer comentarios sobre el hecho de que el Gobierno haya vendido parte de Aena a una sociedad radicada en un paraíso fiscal, y por si esta circunstancia se tuvo en cuenta a la hora de seleccionar a TCI como accionista estable. En junio pasado, cuando anunció la venta de un 21% del capital de Aena, Ana Pastor dijo que ese paquete se vendería a un "núcleo estable de accionistas que serán seleccionados, lógicamente, mediante un concurso público y con concurrencia, como no puede ser de otra manera, según las leyes de nuestro país y como tiene que ser".
Desde la empresa pública, que ha comenzado un 'road show' para captar inversores que arrancaba este lunes con un acto en la Bolsa de Madrid, se remiten a Enaire, la sociedad pública que pilota la privatización de la compañía y que mantendrá la participación de control en la empresa cuando culmine la OPV (venderá el 49% y se quedará el 51%).
Por su parte, fuentes de Enaire dicen que no hacen ninguna valoración sobre este asunto y se limitan a señalar que el proceso de colocación previa se realizó mediante "un concurso público transparente en el que se seleccionaron unos inversores de referencia y se pedían unos requisitos".

Las críticas de Montoro

Entre esos requisitos no figuraba ninguna prevención respecto a la actividad de los aspirantes en paraísos fiscales, unos territorios sobre los que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha lanzado en ocasiones duras críticas: “No se puede permitir que existan este tipo de países dentro de la UE y más en un momento de consolidación fiscal en el que se están pidiendo esfuerzos a los ciudadanos”, decía, en abril de 2013, respecto a Gibraltar, otro paraíso fiscal dependiente de Reino Unido. Actualmente, las Islas Caimán están en la lista de territorios con los que Hacienda negocia acuerdos de intercambio de información, junto con Bermudas, Guernsey, Islas Cook, Isla de Man, Jersey, Macao, Mónaco, San Vicente y Las Granadinas y Santa Lucía.
TCI fue el socio financiero que eligió el Ejecutivo para formar el núcleo duro de accionistas de Aena. Para garantizar la españolidad de la operación, en el proceso se seleccionó a las españolas Alba Participaciones (8%), brazo inversor de la familia March, y Faero España (6,5%), propiedad de Ferrovial. Su factura fiscal a la hora de tributar por los dividendos que cobren en el futuro por su participación en Aena va a ser, previsiblemente, muy superior a la de TCI.
Esos tres socios deberán permanecer en el capital del gestor aeroportuario un mínimo de un año. El representante del fondo británico en el consejo de Aena desde octubre es Christopher Anthony Hohn, fundador, socio y director de gestión de carteras de TCI.
En el folleto de la OPV por la que las acciones de Aena empezarán a cotizar en bolsa el próximo 11 de febrero se advierte de que en caso de que el precio máximo que ofrecieron los tres accionistas de referencia no llegue al de la oferta para los inversores cualificados en la OPV, los socios preseleccionados perderán sus derechos. TCI ofreció un máximo de 51,60 euros por título y la banda orientativa de precios de la OPV se ha fijado entre los 43 y los 55 euros por acción.
La privatización, por la que el Estado ingresará hasta 4.000 millones de euros, ha sido calificada por el PSOE de "un gran negocio" para los amigos del Gobierno. Para IU, la operación es un "expolio" y "una de las mayores estafas y robo a lo público".

lunes, 26 de enero de 2015

Prisiones: 12 Horas en una garita sin poder ir a mear

Prisiones: 12 Horas en una garita sin poder ir a mear

Privatizaciones del PP: doce horas en una garita sin poder ir a mear
Trabajo abre una inspección en las prisiones de Las Palmas por los largos turnos de vigilantes de seguridad
Para compensarlas tras la cancelación de escoltas en Euskadi, Interior entregó a dedo la vigilancia en las cárceles a empresas de seguridad
Fuente: eldiario.es – 25/01/2015
El motivo oficial que ofreció el año pasado el Ministerio del Interior, cuando privatizó una parte de la seguridad de las cárceles españolas, fue que había que destinar a los agentes de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía a tareas más propias de su condición y su formación. Pero lo que en realidad ocurría era que había que compensar a más de una decena de empresas de seguridad privada la pérdida de contratos de escoltas en Euskadi tras la rendición de ETA.
Históricamente vinculadas al PP, bien por la vía familiar o política, a ninguna de esas empresas de seguridad se les obligó a pasar por un concurso abierto sino por el mucho más amañable del restringido sin publicidad con un precio de 33 millones de euros al año, lo que dejaba flotando en la duda otra de las explicaciones dadas por el Gobierno: el ahorro de costes.
Las 67 cárceles españolas se dividieron en lotes, correspondiendo a Canarias el Lote 1, junto a Andalucía, Ceuta y Melilla, cuyos centros penitenciarios fueron adjudicados a una UTE compuesta por las compañías Ombuds, Eulen, Prosetecnisa, Vinsa, Casesa, Garda y Sabico.
La vigilancia perimetral, de control de accesos y videovigilancia de las cárceles de esas dos regiones y esas dos ciudades autónomas tiene un precio cercano a los 10 millones de euros al año.
Hasta ahí la información oficial porque lo que a partir de que comenzaran esos servicios, en octubre pasado, lo que ha venido pasando son los desaguisados propios de un encaje marca de la casa.
Los primeros en saltar fueron los expertos en seguridad, que enseguida pusieron en entredicho las garantías que ofrece poner en manos privadas una información sensible de las interioridades de los centros penitenciarios.
Porque para que esos vigilantes pudieran hacerse cargo de lo que hasta entonces era responsabilidad de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado se les dio un curso acelerado de quince horas. Se trata, por regla general, de personal que ahora empieza, lo que puede dar lugar a rotaciones e incidencias laborales que pueden generar conflictos fácilmente traducibles en filtraciones de información delicada. Aunque en una primera fase compartirán algunas responsabilidades con guardias civiles o policías, pronto se quedarán solos en determinadas tareas.
12 horas sin poder ir a mear
Otro aspecto evidente de la privatización de la seguridad en las cárceles es el relativo a los costes para el contribuyente. Lo que se ha pretendido camuflar como un ahorro no es más que una nueva cesión al lobby de las compañías de seguridad, necesitadas de contratos con las administraciones públicas que les solucionen su negocio. La Ley de Seguridad Privada va en esa misma línea.
Pero como estamos ante empresas que tienen como objetivo principal la búsqueda inmediata del beneficio, lo que automáticamente ocurre es que se presta un servicio público con un personal escasamente cualificado al que se le pagan sueldos infinitamente inferiores a los que cobran los agentes públicos a los que sustituyen.
Salarios que no superan en ningún caso los 18.000 euros al año frente a un ingreso bruto por trabajador asignado a estos concursos de más de 41.000 (800 trabajadores con un presupuesto de 33 millones de euros).
Para minimizar esos costes y garantizar los márgenes, en algunas prisiones de la provincia de Las Palmas se han detectado turnos de hasta 12 horas por vigilante en garitas que no cuentan ni siquiera con un baño donde poder evacuar.
Evidentemente hablamos de puestos muy concretos que no se pueden abandonar bajo ningún concepto y que, antes de la llegada de las compañías privadas, se atendían con turnos de dos horas por agente que tras ser relevados podían acudir al cuerpo de guardia a hacer sus necesidades, descansar o tomar un tentempié antes de regresar a la garita.
Esta situación ha provocado una denuncia ante la Inspección de Trabajo, que ya ha levantado acta para aclarar y en su caso sancionar por esta cuestión.

domingo, 25 de enero de 2015

La seguridad de El Prat hace aguas

DENUNCIAN FALLOS IMPORTANTES EN SU SEGURIDAD

La seguridad de El Prat hace aguas

Sandra Toro
Fuentes consultadas por GACETA.ES aseguran que los trámites en el Centro de Negocios del Aeropuerto de Barcelona 'se hace al estilo de policía bananera'. También advierten trato de favor con la mujer de Xavier Trias.
En medio de una alerta antiterrorista de nivel 3, decretada ante la amenaza yihadista y que requiere de un esfuerzo especial de coordinación y suma de recursos, en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat hay situaciones que podrían dejar en evidencia fallos importantes en su seguridad.

El Centro de Negocios, ¿un coladero?

Este es un recinto situado en el exterior del aeropuerto al cual puede acceder quien quiera y pueda pagar la tarifa desde el aparcamiento público y -según fuentes policiales consultadas por GACETA.ES- sin necesidad de pasar ningún control policial o de seguridad.
Una vez dentro, estas personas abonan la cantidad estipulada en sus tarifas y la empresa solicita a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) la presencia de un agente en el Centro de Negocios para realizar en sus instalaciones el pertinente control fronterizo y sellar los pasaportes de estos viajeros. Todo ello cuando la normativa estipula que los controles se tienen que llevar a cabo en los pasos autorizados del aeropuerto, filtros o cabinas, "y no en hotelitos", como lo definen desde dentro del CNP.
Explican estas mismas fuentes que una vez realizado el trámite de  sellado, los sujetos permanecen en el recinto y el policía se marcha sin poder verificar la autenticidad de los pasaportes, visados, requisitorias policiales o judiciales de estos.
"Se hace al mas puro estilo de policía bananera, en algunas ocasiones el recepcionista le saca al policía los pasaportes para que los selle sin ver a los pasajeros debido a que están durmiendo, teniendo que exigirles el agente que salgan, o incluso tener que ir a despertarlos él mismo. Por este centro pasan rusos, árabes, famosillos, futbolistas de renombre, etc.", cuentan.
Y añaden que "a partir de ahí estas personas pueden o no embarcar en el avión, pudiéndose dar el caso de que otros lo hagan en su nombre, puesto que nadie los controla y no tienen que volver a pasar control fronterizo alguno. Un delicuente puede utilizar esto para huir sin que nadie se percate de ello".

La Sala de Autoridades, ¿sala de favores?

Se trata ésta de un local situado también en el aeropuerto que está destinado a recibir y despedir a autoridades y mandatarios españoles y de otros países.
Sin embargo, según las fuentes consultadas, la sala se abre a la esposa de Xavier Trias, alcalde de Barcelona -la Sra. Purificación Arraut Amat-, que no ostenta ningún cargo que le confiera el estatus de autoridad.
Las fuentes policiales consultadas aseguran que cuando esta persona accede al recinto del aeropuerto: "tiene que ir a recibirla el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, además de los lacayos que por allí pululan".

miércoles, 14 de enero de 2015

Auxiliares de servicios en filtros de aeropuertos


Auxiliares de servicios en filtros de aeropuertos

El presente informe se emite a petición una Unidad Territorial de Seguridad Privada, sobre la legalidad de un servicio realizado por personal auxiliar de una empresa contratada por AENA en el primer filtro de un aeropuerto, teniendo en cuenta que los mismos no solicitan documentación alguna ni realizan cacheos, aunque se encuentran próximos al segundo filtro donde actúan los vigilantes, dando la apariencia de formar un único operativo de control.



Consideraciones
La Ley 23/192, de Seguridad Privada y su reglamento de desarrollo, recogen de forma tasada, en sus artículos 11 y 71, respectivamente, cuales son las funciones que, de forma exclusiva deberán ser realizadas por los vigilantes de seguridad, y así, entre otras, se encuentran: “la vigilancia y protección de bienes muebles e inmuebles, así como la protección de las personas que puedan encontrarse en los mismos”, y la de “efectuar controles de identidad en el acceso o en el interior de inmuebles determinados, sin que en ningún caso puedan retener la documentación del personal”.
La propia Ley de Seguridad Privada, en su Disposición Adicional Tercera, recoge una serie de actividades “fronterizas” que si bien pueden estar comprendidas dentro del concepto de vigilancia y seguridad, no se van a regir por la legislación de Seguridad Privada, siendo, por tanto, actividades realizadas por personal que no pertenece a seguridad privada. Por su parte, el Reglamento de Seguridad Privada, en su Disposición Adicional Primera, enumera estas actuaciones y entre ellas figura que puede ser prestado por personal directamente contratado por los titulares de los bienes: “las de información en los accesos, (…), las tareas de recepción, comprobación de visitantes y orientación de los mismos, así como las de control de entradas, documentos o carnés privados en cualquier clase de edificios o inmuebles”.
Las funciones que el personal objeto de la consulta realiza en el Aeropuerto, son las de “comprobar que todos los pasajeros que se dirigen a la línea de embarque portan sus tarjetas de embarque e indicarles que depositen sus pertenencias en las bandejas de los escáner”, sin que los mismos realicen registros o controles de identidad. Tratándose, si así se indica en el contrato, de funciones que no pueden encuadrarse dentro de la definición de “funciones de seguridad” (Sentencia 423/09 Juzgado Central Contencioso-Administrativo nº 7, de 21/12/2009), y, por lo tanto, pueden ser realizadas por personal distinto del de seguridad privada.
El desarrollo de la actividad propia de los “auxiliares”, se hace como paso previo a la realizada por el personal de seguridad privada (vigilantes de seguridad), dando la sensación de tratarse de un solo equipo de trabajo, con las funciones perfectamente asignadas y predeterminadas. En este sentido, es preciso señalar, que la legislación de seguridad privada no obliga, en ningún caso, a que las funciones del personal de seguridad privada se realicen en solitario o en un lugar independiente, haciendo referencia solamente a qué función es exclusiva del vigilante de seguridad y qué otras pueden ser desarrolladas por personal distinto del de seguridad privada, por lo que, a juicio de esta Unidad Central, carece de relevancia, a efectos del cumplimiento de la legalidad vigente, la mera coincidencia de personal de seguridad privada y de personal distinto, si cada uno de los actuantes realiza en exclusiva las funciones que le son propias.
Conclusiones
En atención a las consideraciones anteriores, esta Unidad Central, concluye en lo siguiente:
  1. Las funciones realizadas por el personal denominado “auxiliar”, relativas a la comprobación de que todos los pasajeros portan tarjeta de embarque, la documentación personal necesaria y las indicaciones a los mismos para que depositen sus pertenencias en las bandejas del escáner, no incumplen la legislación de seguridad privada, al encuadrarse las mismas dentro de las Disposiciones Adicionales Tercera y Primera de la Ley y del Reglamento de Seguridad Privada, respectivamente.
       
  2. La mera coincidencia en un mismo lugar de trabajo de vigilantes de seguridad y de “personal auxiliar” no supone ningún impedimento legal, si cada uno de ellos realiza en exclusiva las funciones que le son propias.

martes, 13 de enero de 2015

Los sindicatos y la quiebra de las cajas

Los sindicatos y la quiebra de las cajas

LD Emilio J. González 
¿Cómo pueden pedir los sindicatos a nadie cuentas por la crisis de las cajas de ahorros cuando ellos han participado y participan en sus órganos de gestión y control? Por tanto también son responsables y no pueden alegar que desconocían lo que sucedía.

Comisiones Obreras de Andalucía ha pedido la detención del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, al que imputa la responsabilidad de la crisis de las cajas de ahorros. Hasta ahí vamos bien, pero ni MAFO es el único responsable, ni su conducta se explica sobre la base de justificar los recortes sociales de que habla CCOO.

En todo lo que está ocurriendo con las cajas de ahorros el Banco de España tiene una responsabilidad clara. Desde que MAFO llegó al puesto de gobernador, el banco dejó de emitir circulares para reducir el crédito inmobiliario y los préstamos hipotecarios. Con Jaime Caruana al frente, el banco siguió esa política para frenar la burbuja inmobiliaria, deshincharla de forma progresiva y no traumática y evitar que los riesgos relacionados con los préstamos hipotecarios y a promotores acabaran con las cajas si subían los tipos de interés. Pero aparecer MAFO en el supervisor bancario y acabarse esta estrategia fue todo uno. El resultado es de sobra conocido: la burbuja siguió inflándose y en cuanto el BCE subió los tipos de interés, ésta estalló con las consecuencias nefastas en forma de crisis económica, aumento del paro, embargos de pisos y promociones y dificultades del sector financiero que todos conocemos bien.

Ahora bien, cuando se trata de imputar responsabilidades conviene tener presente dos cuestiones. En primer lugar, el Banco de España está sometido a las directrices del Gobierno en materia de supervisión financiera, a través del Ministerio de Economía. La cuestión por tanto es si el Departamento de Elena Salgado [y antes de Solbes] sabía lo que pasaba y lo consentía o si, directamente, había dado instrucciones al gobernador para que el crédito siguiera fluyendo hacia el sector del ladrillo, auténtico motor del crecimiento económico y del empleo en los años que precedieron a la crisis. Sea como fuere, el Gobierno también tiene su cuota de responsabilidad en todo ello. Los sindicatos, sin embargo, callan al respecto cuando deberían pedir al Ejecutivo cuentas de sus actuaciones en este sentido.

Claro que, en el fondo, ¿cómo pueden pedir los sindicatos a nadie cuentas por la crisis de las cajas de ahorros cuando ellos han participado y participan en sus órganos de gestión y control? Ellos, por tanto, también son responsables de todo cuanto está sucediendo y no pueden alegar que desconocían lo que sucedía en tal o cual entidad porque su obligación, como miembros de los órganos rectores de las cajas, era saberlo y denunciartodo lo que hubiera que denunciar. Por ello, culpar sólo a MAFO, que indudablemente es responsable, porque se atrevió a hablar de reforma laboral no es de recibo cuando los representantes sindicales en los consejos de las cajas se las comieron una detrás de otra.

Los sindicatos y el mercado laboral (2)

Los sindicatos y el mercado laboral (2)

Historia de los privilegios sindicales
LD Carlos Bustelo

No se comprende la actitud de los empresarios españoles y de los gobiernos de la UCD y del PP ante este desastre económico y social que ha durado más de treinta y cinco años.

Es obvio que estas actitudes de confrontación de los sindicatos fueron sustituyéndose por una política de diálogo y concertación a medida que adquirían atribuciones, competencias, poderes y responsabilidad.

La bajísima afiliación de nuestros sindicatos les obliga a vivir de las subvenciones que les conceden tanto el gobierno central como los gobiernos autonómicos y municipales. Y, sin embargo, los sindicatos gozan de un privilegio único: son los únicos organismos que, recibiendo cuantiosas subvenciones públicas, no están obligados a publicar sus cuentas que, por tanto, no son sometidas a la Intervención General del Estado ni tampoco a ninguna clase de auditoría pública. De esta forma, una parte de nuestros impuestos va sin ningún control a las cúpulas sindicales, cuya elección probablemente se reduce –como sus manifestaciones y “piquetes informativos”– a sus empleados, los famosos delegados sindicales del franquismo, conocidos hoy como “liberados sindicales”.

La historia de nuestros sindicatos de clase desde 1977 es una serie continua y acumulada de leyes orgánicas, leyes ordinarias, decretos-leyes, decretos, órdenes ministeriales, ordenanzas laborales y resoluciones judiciales –también del Tribunal Constitucional– que constituyen un entramado asombroso en el que, con frecuencia, los acuerdos pactados por los llamados “interlocutores sociales” son luego ratificados y financiados por el Estado. Acuerdos que más de una vez se han convertido en leyes, con muchos de los privilegios de ellos derivados convertidos en derechos fundamentales recurribles en amparo ante el Tribunal Constitucional. En resumen, una acumulación de concesiones y privilegios de todo orden que ahora obligará a que cualquier modificación sustancial del sistema (por ejemplo, la negociación colectiva obligatoria o la ultractividad de los convenios, invento que nos viene del corporativismo fascista italiano) deba ser aprobada por los “interlocutores sociales” (hoy CEOE, UGT y CCOO).

Ya en julio de 1979, la CEOE y la UGT firmaron el Acuerdo Básico Interconfederal que reconocía la autonomía total y la presencia y actuación de las organizaciones sindicales en todos los ámbitos de las relaciones laborales, incluida la empresa. A partir de 1981, Comisiones Obreras se incorpora a los acuerdos, siendo numerosos los pactos posteriores entre el Gobierno, la patronal y las dos centrales sindicales mayoritarias. Con relativa frecuencia el poder legislativo asume como propios los criterios de los llamados “interlocutores sociales” y convierte en ley los pactos acordados previamente. Así se legalizan el reconocimiento de los delegados sindicales en las empresas, el cobro por las empresas de la cuota sindical, privilegios y garantías para determinados cargos sindicales, la participación de los sindicatos en importantes instituciones y organismos, la entrega de inmuebles del llamado patrimonio sindical y la concesión de subvenciones. La Ley Orgánica de Libertad Sindical de 1985 pone orden en todo lo actuado desde 1979 pero, sobre todo, consolida y aumenta los privilegios y ventajas de las centrales sindicales. Lo que no impide que el periodo 1986-1994 sea, con gobiernos del PSOE, el de más conflictos y menos pactos, para después abrirse uno nuevo de negociaciones y pactos (con gobiernos del PP y del PSOE). Y ello a pesar de que, precisamente en estos años, se destapan algunos escándalos económicos de gran importancia.

La formación profesional y la malversación de fondos públicos

El primero afecta al opaco mundo de la formación profesional, al que se incorporan con gran entusiasmo la CEOE y los sindicatos con el I Acuerdo Nacional de Formación Continua en las Empresas (ANFC) en 1992, que se complementa con un Acuerdo Tripartito que ya suscribe el Gobierno con compromiso de amplia financiación. Y lo mismo ocurre en 1996, en 2000 y en 2005. El problema surge cuando, para recibir la generosa financiación del Gobierno español y también de la Unión Europea, se crea la fundación para la Formación Continua en la Empresa (FORCEM), integrada y gestionada exclusivamente por los “interlocutores sociales” y que solo durante el I Acuerdo (1992-1995) recibió 231.295 millones de pesetas. Pero la FORCEM sí fue fiscalizada por el Tribunal de Cuentas, cuyo informe de septiembre de 1998 detectó multitud de anomalías como número falso de alumnos, cobro de enseñanzas gratuitas, ausencia de cursos declarados, subvenciones a las propias CEOE y centrales sindicales, etc. Y lo mismo ocurrió con un nuevo informe del Tribunal de Cuentas de septiembre de 2002. El resultado de ambos informes se limitó al reintegro de importantes cantidades por la CEOE, CC.OO y UGT. Es sorprendente que habiendo quedado probados el fraude y la malversación de importantes caudales públicos, el expediente no haya tenido mayores consecuencias. Se han seguido firmando acuerdos, la FORCEM se denomina ahora Fundación Tripartita para la Formación en el Empleo, que sigue recibiendo subvenciones de millones de euros. Una nueva fundación privada, el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) recibió en 1998 el edificio para su sede y 500 millones de pesetas, que el Gobierno desembolsa sin estar representado en el patronato.

Un enorme patrimonio sindical

Al Acuerdo Nacional de Empleo de 1981 se le añadió un Acuerdo de Patrimonio Sindical por el que el gobierno se comprometió a ceder en uso los inmuebles vacantes de los 1.168 que eran propiedad de la antigua Organización Sindical. Esto se amplía con la Ley de Patrimonio Sindical Acumulado de 1986, ampliada nuevamente por un Decreto-ley de 2005, cuyo principal objetivo fue ceder a UGT veintiséis inmuebles más, pero también 150 millones de euros para saldar su deuda con el ICO, resultado de su promotora inmobiliaria fraudulenta, la PSV. Hoy la UGT dispone así de cerca de 400 inmuebles, CC.OO, unos 150 inmuebles, USO 5 inmuebles y la CEOE-CEPYME, 27 inmuebles. Aunque muy poco se sabe sobre el destino final de este enorme patrimonio inmobiliario, sería importante que en un futuro próximo se acabara el privilegio de opacidad del que disfrutan los “interlocutores sociales” desde 1979.

Efectos económicos y políticos

La UGT, Comisiones Obreras y la CEOE han sido desde el comienzo de la Transición unos expertos depredadores de los Presupuestos Generales del Estado pero, mucho más grave, con sus acuerdos sobre el mercado laboral han impedido que la economía española pudiera funcionar con la flexibilidad necesaria y competir en un mundo globalizado.

No se comprende la actitud de los empresarios españoles y de los gobiernos de la UCD y del PP ante este desastre económico y social que ha durado más de treinta y cinco años. La de los gobiernos socialistas está muy clara, sobre todo con su sindicato hermano, la UGT, siempre dispuesto a echar una mano a los gobiernos “progresistas” y hacer todo lo posible para deteriorar a los gobiernos de “derechas”. Es evidente, por ejemplo, su silencio pasivo ante la incompetencia de los gobiernos socialistas desde 2004 y sus cinco millones de parados.

Es cierto que los llamados Estados de Bienestar después de la II Guerra Mundial han tenido que enfrentarse a los problemas que planteaban los sindicatos obreros. Todos han seguido el mismo procedimiento:concesiones abundantes a cambio de colaboración. Por ejemplo, Alemania incorporó a los líderes sindicales a los muy bien remunerados consejos de administración de las principales empresas. Y Francia consiguiódesmontar la oposición de la izquierda a la energía nuclear a cambio de una especie de impuesto sindical a pagar por Electricité de France. El resultado final en ambos casos ha sido más bien positivo. Pero en España hemos hecho mayores concesiones a cambio de nada, a no ser que nos creyéramos aquellas baladronadas sindicales de 1977. Pero el llamado “diálogo social” ha tenido un enorme éxito en nuestra mal informada sociedad. Por ejemplo, la conocida Fundación Encuentro, cristiano-progresista, titulaba su Informe Anual de 2008 El diálogo social, clave de nuestro progreso democrático cuando ya España se hundía rápidamente en la peor recesión de su historia por culpa, en gran medida, de ese diálogo social. Por su parte, da la impresión de que los empresarios españoles, asustados ante el poder concedido a los sindicatos por los gobiernos de la Transición, decidieron incorporarse al tinglado y convertirse, a través de la CEOE, en “interlocutor social”. Para las empresas españolas grandes la rigidez ha representado un coste adicional pero asumible, sobre todo, porque a través de los Expedientes de Regulación de Empleo y prejubilaciones, con la bien remunerada ayuda de los sindicatos y sus bufetes laborales, consiguen trasladar a los Presupuestos del Estado una parte no desdeñable del coste de sus inevitables ajustes de plantilla. Pero para las empresas medianas y pequeñas, de las que depende una gran parte de empleo, el sistema ha sido letal en muchas ocasiones y les ha impulsado a sumergirse en la economía informal o a liquidar el negocio.

Historia del poder de los sindicatos en España desde 1977

Historia del poder de los sindicatos en España desde 1977

Los sindicatos y el mercado laboral (1)

El origen del poder sindical

LD Carlos Bustelo 

Transcurrido casi año y medio desde la conversión de Zapatero a la realidad económica (mayo de 2010), nos encontramos con que la crisis europea no está en vías de solución ni España está hoy más cerca de la recuperación económica. El Gobierno socialista español ha dilapidado el posible efecto de credibilidad y confianza de su dramática conversión, más aparente que real, y ha perdido todo este tiempo en un intento pueril de engañar nada menos que a Bruselas, París, Berlín y a los inversores, acreedores y electores.

Son muchos, desde luego, los obstáculos estructurales e institucionales que frenan nuestro crecimiento económico pero el principal, el que hace de España un caso único en el mundo desarrollado, es sin duda, nuestro marco laboral y sindical. A la vista de lo ocurrido en los treinta y cinco años transcurridos desde 1975, hoy podemos afirmar con rotundidad que la creación de empleo ha sido el gran fracaso de la España democrática. Y que ello se ha debido a un marco laboral y sindical claramente incompatible con el funcionamiento de una economía de mercado abierta a la competencia exterior. Hemos tenido que vivir con un mercado laboral tan disparatado e injusto que en el período de máxima prosperidad (1997-2007) nuestra tasa oficial de paro no bajó del 8% de la población activa, porcentaje que se considera inaceptable en la mayoría de los países desarrollados.

No estamos descubriendo nada nuevo. Economistas e instituciones nacionales y extranjeras llevan decenios recordando a los gobiernos de España la necesidad de enfrentarse de una vez con el gravísimo problema de nuestro mercado laboral. Hace más de quince años, por ejemplo, animado por la victoria conservadora en las elecciones generales de 1996 (24% de paro), el autor de estas líneas aconsejaba en Cinco Días abandonar la actitud resignada que se ha mantenido ante el problema desde la muerte de Franco.

Ante el poco éxito de su consejo, este autor volvía cinco años después sobre el tema: “La suma de intervencionismo franquista, consenso democrático y estado de bienestar socialista nos ha llevado en España al sistema laboral y sindical más injusto y disfuncional del mundo desarrollado, que muy probablemente ha retrasado en varios años nuestra convergencia real con la renta media de la Unión Europea”.

Docenas de estudios e informes se han publicado en la misma línea en los últimos treinta años y con el mismo efecto, es decir, ninguno. España ha mantenido de forma continua, en años buenos y en años malos, el doble de paro que los demás países desarrollados.

Los sindicatos han llegado, incluso, a sustituir al poder legislativo en los temas laborales, aunque todo ello haya resultado en un paro escandaloso, sin igual en el mundo desarrollado. ¿Cómo es posible que estas organizaciones, cuya afiliación real no llega hoy ni al 6% de la población activa, hayan conseguido privilegios y financiación sin fin con gobiernos socialistas y con gobiernos conservadores?

La falta de información fiable y la complejidad misma del proceso han ocultado con eficacia el camino que nos lleva desde el sindicalismo revolucionario de inspiración marxista del siglo XIX al sindicalismo institucionalizado de hoy, convertido al reformismo a cambio de increíbles privilegios y muy generosas subvenciones estatales. Gobiernos de todos los signos, incluidos los de los últimos años del franquismo, han estado siempre dispuestos a conseguir la “paz social” a cambio de otorgar generosa financiación y amplios privilegios y poderes a los aparatos sindicales.

Tal vez la causa del comportamiento tan temeroso de todos nuestros gobiernos democráticos ante las exigencias sindicales esté precisamente en lo disparatado de sus fines y objetivos declarados. Así, cuando en 1977 los tres principales sindicatos alcanzan pleno reconocimiento legal, Comisiones Obreras sigue con su objetivo de “destruir las estructuras de la sociedad capitalista”; la Unión Sindical Obrera habla de “transformar el Estado burgués como organización económica explotadora” y la Unión General de Trabajadores clama por “una nueva sociedad basada en la propiedad colectiva de los medios de producción”. Todo esto tenía más importancia de lo que puede parecer hoy, treinta años después, pues en España entonces estábamos en la delicada operación histórica de la Transición, un partido laborista radical gobernaba y arruinaba al Reino Unido y en Francia cuatro años después, en 1981, Mitterrand ganaba las elecciones con un programa no muy diferente al de nuestros sindicatos. En este contexto histórico es muy posible que estas baladronadas sindicales asustasen a nuestra clase política. Lo que sí sorprende es que el susto haya durado tantos años.

sábado, 10 de enero de 2015

“Necesitamos sindicatos honestos para defender los intereses de los trabajadores”,

“Necesitamos sindicatos honestos para defender los intereses de los trabajadores”,

“Necesitamos sindicatos honestos para defender los intereses de los trabajadores, para esto debemos de cambiar con estas mayorías que hoy están demostrando con los últimos acontecimientos que los sindicatos con mas representacion en los comites de empresas estan vendidos a unos interes particulares ,
esos acuerdo firmado por comisiones Obreras y UGT y USO por el cual se recortaban los derechos de los trabajadores ,
Nosotros Expresamos que la situación se puede cambiar votando un cambio sindical y de las propuestas resaltó que cada vez que los acuerdos sean relevantes para los intereses de los trabajadores se someta a un referéndum, “no solo que voten cada 4 años”.
“No todos los sindicatos somos corruptos, no puede ser que los sindicatos mayoritarios sigan viviendo de los recursos públicos”.
por ello SOMOS SINDICALISTA nace para cambiar y barrer a esta CASTA de sindicalistas de nuestras EMPRESAS , para volver a que los trabajadores tengan sus derechos.

Cataluña quiere otro tipo de SINDICALISMO por eso estamos SOMOS

Desde Cataluña estamos en marcha en el sindicalismo  SOMOS ,Mi equipo y yo no pactaremos ni nos abrazaremos a ningun SINDICATO que no respete y defienda a los trabajadores sea el sindicato que sea (UGT.CCOO.USO.SIPVSC , ETC.....) porque creemos que esto es una traicion a sus afiliados , mientras tengamos trabajadores que no puedan dar de comer a sus familiares, ni pagar sus pisos , no puedan pagar el agua, electricidad, gas , y esten haciendo un trabajo , por un trozo de pan y haciendo que las empresas cada vez ganen mas , haciendo que los trabajadores sean unos exclavos , todos los SINDICATOS , ASOCIACIONES, AGRUPACIONES, PLATAFORMAS , ETC que esten de acuerdo con nosotros , y quieran tener relaciones con nuestro sindicato SOMOS SINDICALISTAS, los recibiremos con los brazos abiertos , para poder tener contacto de trabajo conjunto para poder defender a los trabajadores, 
sI tu quieres en tu Empresa tener un Sindicato Independiente . que te defienda tus derechos , te esperamos tu puede ser candidato a nuestro Sindicato, 
Ponte en contacto con nosotros y te llamaremos para hablar con vosotros.
somoseguridadprivadabarcelon@gmail.com

martes, 6 de enero de 2015

ACTUA

Los Sindicalistas de tu comite cumplieron con los objetivos prometidos?
¿Mantienes tus derechos o se vieron mermados?
En elecciones parece ser que todo vale en el sindicalismo, pero no basta con sentir interés HAY QUE DEMOSTRARLO.
Si no cumplen con su programa electoral prometido hay que pedirles explicaciones.
ACTUA!