La ley de seguridad ya genera beneficios para ocho empresas del sector
La experiencia piloto para vigilar el perímetro de 21 prisiones muestra
que el margen de las compañías es de 1.850 euros al mes por trabajador
[La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el titular de Interior, Jorge Fernández Díaz | EFE]
La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el titular de Interior, Jorge Fernández Díaz | EFE
La ley de seguridad ya genera beneficios para ocho empresas del sector
La experiencia piloto para vigilar el perímetro de 21 prisiones muestra
que el margen de las compañías es de 1.850 euros al mes por trabajador
Por Juan Carlos Martínez
15/12/2013 19:57
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Fernández Díaz: “La Ley protegerá a los manifestantes”
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El proyecto de ley de seguridad privada que acaba de aprobar el
Congreso de los Diputados, antes de su paso por el Senado, está
suscitando no pocas controversias por la supuesta asunción de
competencias públicas por manos privados, que presuntamente se va a
producir en esta materia tan sensible. Algo que sólo podrá sustanciarse
cuando, con el paso de los años, se haga la comparativa entre lo que
ingresan ahora estas empresas privadas y lo que, tras la entrada en
vigor de la nueva ley, puedan ingresar.
El Ejecutivo tiene
claro, viendo los datos del resto de países de la Unión Europea, que
aquí sobran policías y faltan vigilantes privados. En España hay 528
policías por cada 100.000 habitantes frente los 385 de media en la UE;
mientras que tenemos 195 vigilantes privados por 271 en Europa. Hay
margen para cambiar las tornas y se va a hacer.
Oposición y sindicatos
Desde la oposición y los sindicatos policiales no hay dudas, se trata
de un paso más hacia la privatización de servicios públicos. Argumento
que las empresas de seguridad tratan de menoscabar al asegurar que en
ningún caso los vigilantes privados sustituirán a los agentes de la
seguridad pública y que tampoco la futura ley solucionará los problemas
del sector, que son similares a los de muchos otros en tiempos de
crisis. Menos contratos que han reducido la facturación un 20% en los
últimos cinco años, sobre todo por la menor incidencia de la
contratación pública.
Cogiendo los datos de la facturación en
España de Prosegur, la empresa puntera del sector, se puede comprobar
cómo, de seguir la tendencia registrada hasta el tercer trimestre,
cerrará el ejercicio 2013 con unas ventas inferiores a los 900 millones
de euros, algo que no se producía desde 2007.
Papel preventivo
En la letra de la nueva ley, el Gobierno, a instancias de las empresas
del sector, trata de mejorar y resolver problemas técnicos, de gestión y
operativos del actual modelo español de seguridad privada. Apuesta por
su papel preventivo en beneficio de la seguridad general, y lo hace
aprovechando e integrando funcionalmente todo su potencial informativo,
de recursos humanos y de medios materiales al servicio de la protección y
seguridad del conjunto de la ciudadanía, de forma compatible con el
legítimo interés que persiguen las entidades privadas de seguridad.
La gran duda existente es saber cómo se hará compatible esa integración
de funciones con la desregulación de aspectos accesorios que no tienen
una directa relación con el servicio de seguridad, al tiempo que se
moderniza su gestión y se potencia su colaboración con la seguridad
pública. Algunos, como los cuerpos de policías locales, ya han mostrado
sus recelos con la nueva ley porque creen que, a partir de ahora, los
efectivos de seguridad privada podrían actuar en calles públicas por
encima del mandato municipal.
Vigilar prisiones por 1.350 euros al mes
Mucho se está hablando de la cobertura de seguridad del perímetro de
las prisiones con la entrada de la nueva ley, aunque la experiencia
piloto que se lleva a cabo en 21 centros penitenciarios ya ha arrojado
las primeras conclusiones.
Partiendo de los 7,39 millones de
euros que abona el ministerio del Interior a las ocho empresas de
seguridad por prestar el servicio durante nueve meses, un sindicato
policial estima que con ese dinero las empresas pagan 1.350 euros al mes
a cada uno de los 250 vigilantes, por lo que el margen para la empresa
es de 1.850 euros al mes por trabajador.
De momento, los
vigilantes en las cárceles son un complemento a la seguridad, pero está
previsto que, cuando finalice la experiencia piloto, se queden
definitivamente realizando esta labor
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